Recordamos el legado de René Padilla

C. René Padilla, el teólogo y misionólogo, pastor y maestro ecuatoriano de influencia mundial, falleció repentinamente en la tarde del 27 de abril, 2021, en Buenos Aires, Argentina.

¿Cómo retratar una vida tan larga y fructífera como la de René Padilla? René amó profundamente. Amó los libros, nutrientes infaltables de su pensamiento. Amó la música y solía decir: “Si tuviera otra vida, sería director de orquesta”. Amó a Jesucristo, a quien procuró seguir radicalmente. Amó América Latina, negándose a vivir en otra región del mundo. Y amó a su familia: a Catharine Feser, esposa de casi 50 años; a Beatriz Vásquez, esposa de casi 8; a sus hijas, Ruth (James), Sara (Mauricio), Elisa (Esteban) y Margarita (Marcelo); a su hijo, Daniel (Andrea); a sus nietas y sus nietos; y a muchas personas que, con o sin lazo biológico, fueron abrazados por él.

Hijo de Dolores Jijón y Carlos Padilla, nacido en Quito el 12 de octubre de 1932, se crió entre Ecuador y Colombia en años convulsionados política y religiosamente. La pregunta de su profesor del Colegio Mejía iniciaría una búsqueda que marcó indeleblemente su vida de allí en más: “Qué tiene que aportar la fe cristiana a la realidad de nuestro contexto?” Llevó consigo la pregunta a Wheaton College, en Illinois, donde completó estudios universitarios en filosofía y una maestría en teología. Mientras pastoreaba una pequeña congregación hispana en la zona, inició su amistad con la que más tarde, en 1961, se convertiría en su esposa con el compromiso de servir como matrimonio en América Latina. Aunque en esa etapa adquirió herramientas para exégesis bíblica, la pregunta siguió sin respuesta clara.

La pregunta continuó movilizándolo durante sus años de ministerio pionero con la Comunidad Internacional de Estudiantes Evangélicos, en el caldeado ambiente revolucionario de las universidades de Colombia, Ecuador y Venezuela hacia fines de los años 50. Para él y sus amigos, Samuel Escobar y Pedro Arana, no bastaban las respuestas articuladas por otras personas en otras latitudes. Precisaban generar una teología desde y para el contexto latinoamericano, una teología que respondiera integralmente desde el evangelio a las realidades acuciantes de su medio. Esa inquietud inspiró el trabajo doctoral de Padilla en Nuevo Testamento bajo FF Bruce en la Universidad de Manchester, Inglaterra. Pero fue más bien a su regreso que, junto a sus colegas, plasmó progresivamente el paradigma que llegaría a conocerse como “misión integral” y que influiría en el pensamiento y la acción de personas y movimientos evangélicos alrededor del mundo.

Varias instancias evangélicas deben su origen o fortalecimiento al tesón pionero y la acción pastoral y profética de René Padilla. Destacan, entre ellas, la Fraternidad Teológica Latinoamericana, la Iglesia Evangélica Bautista de La Lucila, INFEMIT (International Fellowship for Mission as Transformation), el movimiento Lausanna, la Red Miqueas y Tear Fund. Aunque fue escritor prolífico, y tiene obras traducidas a varios idiomas, con frecuencia difirió su producción personal a favor de acompañar y animar a otras personas a escribir: fue incansable su labor editorial con Certeza, Nueva Creación y Ediciones Kairós. Dedicó más de una década hacia el final de su vida a la dirección editorial de su obra cumbre, el Comentario Bíblico Contemporáneo, con contribuciones de más de 100 autores y co-producido por Certeza Unida y Ediciones Kairós.

Centenares de líderes cristianos dan fe del impacto fructífero de su docencia ejercida en el contexto de la CIEE-IFES, en múltiples seminarios e instituciones teológicas, y en conferencias y publicaciones diseminadas a lo largo y lo ancho del continente y más allá. Esa labor educativa se plasmó en la generación de la Comunidad de Estudios Teológicos Interdisciplinarios, en cuya junta directiva sirvió hasta su muerte.

René se deleitaba con dos cantos entre muchos otros. Al volver a escuchar “Gracias a la vida”, de Violeta Parra, recordaremos a este introvertido y valiente amante de la vida y del Dios que la inspira. Y cuando entonemos “Tenemos esperanza”, de su amigo Federico Pagura, nos atreveremos junto a René, el sembrador de preguntas y de fe esperanzada, a afirmar que es posible vivir en búsqueda del reinado de Dios y su justicia aun en medio de las realidades duras del mundo.

 

Puedes apoyar a los ministerios que fundó René al hacer una donación a este fondo conmemorativo.

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